¿Está bien hablar con mi hijo sobre su sesión de terapia?

Un adulto joven que participa en terapia tiene mucho que hacer. No sólo están lidiando con los problemas que los llevaron allí, sino que también se permiten ser completamente vulnerables ante un extraño.

¡Eso es mucha presión para un niño! Es tentador preguntar todo sobre su sesión, pero es mejor no hacerlo.

La confianza es clave

Para que la terapia sea eficaz, debe existir un alto nivel de confianza entre el consejero y su hijo. El consejero debe comprender todos los aspectos de su hijo para ayudarlo a sanar, recuperarse o superar verdaderamente los problemas que enfrenta.

El camino más eficaz hacia la curación proviene de una combinación de técnicas terapéuticas y conversación. A medida que un niño se sienta cómodo y seguro, se abrirá.

Lo mismo ocurre contigo como padre.

Cuando sienten que los están acosando con preguntas, es posible que eviten discutir cualquier tema. Es posible que haya cosas que hayan compartido con su terapeuta y que no se sientan cómodos compartiendo contigo por cualquier motivo.

Tal vez tengan miedo de que hiera tus sentimientos o te moleste. Quizás simplemente no estén preparados. Lo importante es que estén recibiendo ayuda y en camino hacia una vida más feliz.

Dales espacio. Permítales acercarse a usted y compartir lo que quieran cuando estén listos. Y si no lo hacen, acéptelo y prefiera su bienestar a los detalles.

Si cree que debería participar más en las sesiones de terapia de su hijo, hable directamente con el terapeuta. Sin embargo, esté preparado para saber que sus deseos no siempre son lo más importante cuando se trata de una terapia eficaz.

Siéntase libre de contactarnos hoy.

Estaremos encantados de responder cualquier pregunta que tenga sobre la terapia para adolescentes y lo guiaremos en la mejor manera para usted y su familia.